Hubo un tiempo en el que, más por ocio que
por otra cosa, me pasaba las tardes viendo documentales y entrevistas. De la
segunda y primera guerra mundial, de personajes históricos y tal. De entre todo
ello, me encontré unas interesantísimas entrevistas de “Radiotelevisión
española” realizadas por un tal Joaquín Soler Serrano (las cuales recomiendo
ver encarecidamente). Hurgando entre todas esas entrevistas - ahora todas en
youtube con mala calidad pero excelentísimo contenido - encontré la que
considero una joya, pero también el génesis de mi odio semi-irracinal (y en el
cual me basaré para hacer toda mi argumentación)
Ahora, antes de que cualquier queja
aparezca al final de este texto escrito con las patas, contexto: he leído
apenas dos obras de él, Aura y La muerte de Artemio Cruz, que sí, soy iletrado
y lo que quieran, pero llego Dostoievsky antes de que pudiese ahondar al boom
latinoamericano y sus representantes; lo segundo a saber es que todo lo
biográfico de Fuentes lo he obtenido de Wikipedia y aquella entrevista que
señale anteriormente. Sin más que decir, he aquí mis razones:
Comencemos por el principio. Odio su
grandilocuencia, a él y a su manera de sostener la copa de cognac o lo que sea
que estuviese tomando. La forma de presentarse con el entrevistador y hasta de
sentarse, con un ímpetu increíble. Lo odio en serio.
Durante la entrevista se presenta
descaradamente con un niño privilegiado y estudioso a gusto, un hombre que y
cito “jamás en su vida tuvo que trabajar”. Se dedicó a la escritura desde
siempre. ¿qué cabrón tan engreído, no? Vida perfecta que tiene y se pavonea.
Pero en definitiva lo que más odio es su
forma de escribir. Es hijo de perra bueno. No encuentro otras palabras. Su
narrativa, sus historias, su imaginación que parecía inagotable, las pocas
obras que he leído de él no son más que ese reproche a uno mismo, uno constante
que me provoca rabietas al sentir que jamás seré capaz de hacer un trabajo así
de perfecto y original. Le tengo tanto odio y tanta envidia. Eso sí, envidia de
la buena.
Hola Saúl, te hago dos observaciones. Primero, te felicito por la originalidad con la que abordas el tema, sin duda este aspecto le da dinamismo a tu texto y nos invita a reflexionar a cerca del tema, bien hecho. La segunda observación, cuida tu redacción, y no lo digo por la palabras altisonantes, sino por las cuestiones de acentuación gráfica y la sintaxis oracional. Estoy seguro que en un segundo texto nos sorprenderás con tu originalidad. Saludos cordiales.
ResponderEliminarSaúl tu temática es muy original, considero que plasmas un poco (o mucho) de tu personalidad en tu redacción. Reconozco que me entretuvo tu texto, buen trabajo.
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