¿Por qué la RAE?

Por Jessica Plata

A lo largo de nuestra formación académica nos han enseñado, que cuando necesitamos saber el significado certero de una palabra o incluso la conjugación de un verbo, debemos acudir a la RAE. Cuando no sabemos la forma correcta de escribir una palabra acudimos a ésta también, pero ¿Qué es la RAE? ¿Por qué tiene el poder de establecer normas que todos debemos seguir? A continuación daré a conocer puntos importantes que hacen a esta academia lo que es hoy en día.

La Real Academia Española (RAE) se fundó en 1713 en la ciudad de Madrid, España. En sus inicios tenía como objetivo principal únicamente la creación de un diccionario de la lengua española. Actualmente se ocupa por “velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad” (Real Academia Española, 2017). Cuenta con 23 academias alrededor del mundo, las cuales forman una asociación y están establecidas en los países con hablantes del español. 

Derivado entonces de su objetivo en la actualidad, podemos decir que un factor esencial que determina por qué la RAE tiene tanta influencia o derecho como modelo normativo de nuestro idioma, es el número de ediciones con las que cuenta de su diccionario y publicaciones gramáticas y ortográficas normativas. En éstas, se agregan nuevas palabras y se establecen nuevas reglas que convencionalmente se han aceptado como correctas.  La constante renovación de su material es una característica que la ha llevado a asumir el papel de “unificadora del idioma”. 

Cabe mencionar que otro factor importante es que, la RAE cuenta con un grupo de 46 “académicos de número” los cuales se encargan de crear, editar y actualizar las normas expresadas en las publicaciones. Dentro de este grupo de académicos encontramos a filósofos, traductores, escritores, historiadores, periodistas e incluso economistas que en su conjunto realizan las investigaciones correspondientes.  Gracias a esto y  otras publicaciones como “Ediciones conmemorativas” se dice que la RAE realiza un notable trabajo en el cuidado de la lengua.

Como conclusión agrego que mientras no exista un organismo tan grande y con tanta trayectoria como La Real Academia Española, ésta seguirá siendo quien imponga las normas, respondiendo a la demanda de la sociedad de actualizar su contenido al mismo tiempo que el idioma español lo hace.